Las etapas de la insuficiencia renal en los gatos que incluyen hinchazón

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La insuficiencia renal puede ser furtiva, arrastrándose tanto en el gato como en el guardián sin síntomas hasta etapas posteriores. La hinchazón es uno de los síntomas y es una señal de que los riñones ya no pueden eliminar las toxinas.

¿Por qué ocurre la hinchazón durante la insuficiencia renal?

La hinchazón también se conoce como edema. Cuando ocurre durante una enfermedad renal, puede deberse a una gran pérdida de proteínas en la orina. También es el resultado de la acumulación de toxinas en el cuerpo. Durante la insuficiencia renal, los riñones pierden su capacidad para eliminar toxinas a través de la orina. Como resultado, las toxinas permanecen en el cuerpo y causan una gran cantidad de síntomas, incluida la hinchazón. El edema y otros síntomas generalmente no ocurren hasta que un gato ha perdido aproximadamente el 70 por ciento de la función renal.

Etapas iniciales

La National Kidney Foundation creó un esquema de cinco etapas de la enfermedad renal, cada una con sus propios síntomas y otros marcadores. Antes de la Etapa 3, es posible que no haya ningún síntoma. Sin embargo, las pruebas pueden mostrar niveles elevados de creatinina o urea, productos de desecho producidos durante el metabolismo de las proteínas. Las pruebas pueden mostrar sangre o proteínas en la orina. Las resonancias magnéticas, las tomografías computarizadas, las ecografías, los rayos X y los paneles sanguíneos pueden ayudar a detectar el daño renal en estas etapas.

Las últimas etapas

Una vez que un gato ha progresado hacia estas etapas más profundas de insuficiencia renal, aparecen hinchazón y otros síntomas. Uno de los primeros síntomas que se notan es aumento de la micción o accidentes urinarios en la casa. Otros signos incluyen letargo, pérdida de apetito y peso, piel seca, orina oscura, llagas en la boca, anemia, vómitos y diarrea. Hacia las etapas finales, un gato no puede producir mucha o nada de orina. Esto conduce a una mayor hinchazón y una acumulación adicional de toxinas, lo que provoca un rápido deterioro de la salud.

Detección temprana de problemas renales

Debido a que los síntomas no aparecen hasta que gran parte de la función renal ya ha desaparecido, las pruebas regulares son clave para la detección temprana. Llevar a un gato al veterinario para un análisis de orina y de sangre con regularidad puede ayudar a detectar problemas renales en sus primeras fases, antes de que aparezcan síntomas como hinchazón. Los ultrasonidos, los rayos X y otras pruebas ofrecen más información. Si se detecta a tiempo, algunos problemas renales pueden tratarse o atenuarse con diálisis, fluidoterapia, cambios en la dieta, mayor consumo de agua, reposición de vitaminas y minerales, niveles de actividad leve e incluso trasplantes.

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