Aunque muchas variedades de lirios son peligrosas solo para los gatos, el hermoso lirio de la paz es venenoso tanto para gatos como para perros. En algunos casos, incluso puede ser mortal.
Toxicidad
Los lirios de la paz son moderadamente tóxicos. Incluso una pequeña cantidad puede causar síntomas en un gato o un perro, pero no causa daño renal como muchos otros lirios, ya que no es un verdadero lirio. La reacción de un perro o un gato a un lirio de la paz es causada por pequeñas formaciones cristalinas dentro de las células de la planta. Estos realmente salen disparados de la planta cuando está magullada o rota, lo que causa irritación de la boca y el tracto gastrointestinal.
Masticación e ingestión
Masticar las hojas, el tallo o las flores de la planta es el método de ingestión más común. Incluso si el perro o el gato no traga trozos de la planta, es probable que tenga una reacción simplemente al hacer contacto al masticar. Algunos gatos son especialmente sensibles y podrían tener una reacción simplemente al lamer el polen del lirio de la paz de sus patas o pelaje. Los lirios de la paz deben mantenerse lejos del alcance de perros y gatos.
Síntomas
Los vómitos, el babeo y la diarrea son los síntomas más comunes de la ingestión de lirios de la paz. Los síntomas más peligrosos incluyen hinchazón de la garganta, nariz, labios y lengua, así como dificultad para respirar. Los perros y gatos que experimentan una reacción al masticar o comer un lirio de la paz a menudo también se muerden la cara y la boca debido a la irritación.
Tratamiento
A los perros y gatos les encanta masticar cosas que se supone que no deben y, a pesar de sus precauciones, pueden involucrarse con esta planta algo tóxica. Si esto sucede, no se asuste: su mascota puede sentirse incómoda, pero es poco probable que sufra efectos nocivos a largo plazo. Primero, retire cualquier trozo de lirio de su boca y el pelaje circundante, y enjuague sus patas con agua fría para eliminar los irritantes restantes. Si su mascota tiene dificultad para tragar o respirar, o si los vómitos y la diarrea son graves, comuníquese con un veterinario de inmediato. A menudo se recetarán antihistamínicos o esteroides para contrarrestar la reacción del cuerpo al lirio de la paz. Nunca intente hacer vomitar a su mascota sin antes comunicarse con un veterinario o el Centro Nacional de Control de Envenenamiento Animal; puede empeorar algunas situaciones.
