Cómo hacer que un perro mayor deje de gruñir a los gatos

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No hay armonía en el hogar si tu perro viejo le gruñe a tu gato. Afortunadamente, puedes enseñarle nuevos trucos a un perro viejo y evitar que le gruñe a los gatos.

Paso 1

Ata a tu perro y permítele interactuar con un gato. Es esencial para la seguridad de ambos animales que usted tenga un control total sobre los movimientos de su perro. Si tiene un gato como mascota, incitar la interacción será un simple caso de llevar al perro a ver al gato. Si no tienes un gato, lleva a tu perro a pasear a un lugar donde es probable que veas gatos. Puede que sean necesarios algunos paseos para lograrlo.

Paso 2

Identifique los umbrales de tolerancia de su perro. Por ejemplo, algunos perros gruñen ante la mera visión de un gato, otros permanecen pasivos hasta que el gato se acerca demasiado.

Paso 3

Aleja a tu perro del gato. Tome nota de las cosas que hace antes de gruñir, por ejemplo, podría pincharse las orejas, tensar la correa o gemir.

Paso 4

Vuelve a presentar al perro a un gato. Si no tiene un gato, pídale a un amigo que tenga un gato socializado y seguro de sí mismo que traiga su mascota a su casa. Para fines de entrenamiento, es importante que sepa exactamente cuándo su perro entrará en contacto con un gato para que pueda responder a su comportamiento. Llevarlo a caminar con la esperanza de que se encuentre con un gato no servirá en esta etapa.

Paso 5

Premie el comportamiento pasivo. Déle un elogio verbal y estírese para acariciarlo. Dado que se trata de un perro viejo, lo más probable es que comprenda bien qué estímulos le gustan.

Paso 6

Camine con su perro hacia el gato. Utilice su conocimiento del umbral de tolerancia de su gato para que no se agite de inmediato. Por ejemplo, si el perro tolera la presencia de un gato, pero solo a distancia, llévelo gradualmente a esa distancia y luego acérquelo lentamente.

Paso 7

Aleje a su perro del gato tan pronto como comience a gruñir. Use su comprensión de su tolerancia para anticipar esta reacción. Esto le permite sacar a su perro de la situación en el mismo momento en que se pone nervioso. Deja de elogiar al perro. Esto le muestra que cuando gruñe, la experiencia positiva que estaba disfrutando se elimina.

Paso 8

Lleve a su perro a un ambiente tranquilo y permítale que se concentre en otra actividad. Por ejemplo, tírele una pelota para que la persiga.

Paso 9

Devuelve a tu perro al gato y repite la exposición. Retira al perro y deja de elogiarlo si gruñe. Con suficiente repetición, su perro aprenderá que actuar pasivamente hacia el gato resulta en una experiencia positiva, mientras que gruñir resulta en que esa experiencia positiva sea eliminada. Con el tiempo, aprenderá a tolerar la presencia del gato sin gruñir.

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