Fuhgeddaboudit. Los bulldogs no babean porque quieran, no pueden evitarlo. Está en sus genes y en su estructura ósea. Una vez que haya ido al veterinario y esté seguro de que el babeo no es excesivo (para un bulldog) o se debe a una afección médica, simplemente debe lidiar con ello.
Paso 1
Comprenda que el babeo es normal para ciertas razas de perros, entre ellos los bulldogs de todo tipo: inglés, francés, estadounidense, australiano y otros. Parece ocurrir con más frecuencia en las razas grandes y gigantes, como boxeadores, mastines, San Bernardo y Terranova, pero puede aparecer en perros de tamaño mediano (bassets, sabuesos y Clumber spaniels) y pequeños (pugs y Bostons). Es una función de la forma de la cabeza y la formación de la boca y los labios.
Paso 2
Estudia la cabeza de tu bulldog. Su cráneo es muy ancho y corto de adelante hacia atrás, con la cara aplastada y muchas arrugas. De acuerdo con el estándar de la raza AKC, el hocico es muy corto y hacia arriba y los labios superiores deben colgar sobre la mandíbula inferior a cada lado. Esta configuración hace que sea casi imposible que el bulldog no babee, pero si no lo tuviera, no sería un bulldog.
Paso 3
Mire la forma en que sus labios se encuentran, o no se encuentran. Cuando los labios superiores (o volantes) son grandes y carnosos, no pueden cerrarse herméticamente y formar un sello para mantener la saliva dentro de la boca del bulldog. Todos los perros salivan cuando suena la campana de la cena, o eso nos dice el Dr. Pavlov, y cuando se emocionan. Algunos babean mucho, algunos solo un poco. También tienen que beber agua de vez en cuando, y luego el bulldog tiene el mismo problema que tú cuando el dentista te carga con Novocaína y ya no tienes el control de tu labio inferior.
Paso 4
Dale a tu matón juguetes para masticar para que absorba un poco de baba y haga que trague con más frecuencia.
Paso 5
Mantenga muchas toallas en lugares estratégicos, y eso significa que dondequiera que vaya el perro, especialmente en el automóvil. Dáselos a tus amigos cuando entren y mantén uno más o menos permanentemente sobre tu hombro. Mientras limpia las paredes, el piso, los muebles y su rostro por millonésima vez, piense en ello como amor líquido.