Los perros generalmente anhelan la carne como fuente principal de nutrientes, pero también deben consumir verduras. Hoy en día, servir verduras frescas es un sustituto adecuado.
Paso 1
Elija una verdura para empezar. Esto podría ser espárragos, brócoli, judías verdes, guisantes, calabaza amarilla, calabaza verde, zanahorias u otras verduras.
Paso 2
En una olla para sopa pequeña, lleve 2 oz. agua a hervir.
Paso 3
Lavar la verdura elegida y cortarla en trozos pequeños.
Paso 4
Pon los trozos de verduras en una sartén y vuelve a hervir.
Paso 5
Tape la sartén y apague el fuego.
Paso 6
Deje que las verduras se cocinen al vapor durante cinco a 10 minutos o hasta que estén tiernas pero aún ligeramente firmes.
Paso 7
Deje que la verdura preparada se enfríe y sirva las 2 onzas completas durante el transcurso del día, dividiéndolas por igual en cada comida.
Paso 8
Repita todos los días durante una semana.
Paso 9
La segunda semana, elija una verdura diferente y duplique el tamaño de la porción.
Paso 10
Cada semana, si su perro se adapta bien a los nuevos elementos, puede aumentar la cantidad de verduras hasta alcanzar un máximo de aproximadamente 8 onzas por día. También puede permanecer en los niveles existentes.