Comportamiento de gato sumiso

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Imagen de gatos de Maksym Dyachenko de Fotolia.com

Los gatos no pueden hablar, pero su lenguaje corporal lo dice todo. Los aspirantes a clarividentes felinos tomen nota: las superposiciones de comportamiento enturbian sus vocabularios mudos, por lo que debe cultivar un ojo fino.

Gestos maliciosos

Las orejas, la cola y el cuerpo de un gato son sus principales señales. Un gato sumiso gira o aplana las orejas. Baja la cola e incluso puede meterla entre las patas traseras. Ella se agacha, pero neutral. Si se está moviendo, es posible que solo tenga las orejas aplastadas y la cola baja, y lo más probable es que se agache o baje la cabeza. Los gatos sumisos pueden evitar el contacto visual y, en ocasiones, acostarse boca arriba, con la panza hacia arriba, como para ofrecer vulnerabilidad como prueba de aquiescencia.

Entre nosotros sentimientos

Cuando saluda a un amigo o enemigo felino, el vocabulario físico de un gato es similar, aunque ligeramente modificado. En un saludo amistoso, el gato que inicia un masaje en la mejilla o la cabeza es probablemente el más sumiso de la pareja. En un saludo no tan amigable, los gatos pueden mostrar un comportamiento agresivo, arqueando la espalda y levantando o moviendo sus colas abiertas. Una vez que se han medido el uno al otro, el gato más sumiso puede bajar el cuerpo al suelo y golpear la cola o postrarse de espaldas, perpendicular al otro gato.

Esto o aquello o ambos

El lenguaje corporal del gato cambia rápidamente. Incluso cuando un gato está de costado o de espaldas, por lo general, el signo máximo de sumisión, puede levantar la pata. Si estás acariciando al gato, es posible que se esté preparando para tocarte, juguetonamente o de otra manera. Un gato en transición entre estados puede abrir la boca, gruñir, mover la cola y comenzar a hacer contacto visual con los ojos muy abiertos. Estos son signos de un inminente cambio de humor.

Parecidos

El lenguaje corporal de los gatos contentos y enojados refleja varias facetas del de los gatos sumisos. Un giro en la espalda puede ser un signo de un gato relajado y feliz, o incluso de un gato que está planeando un contraataque. Esté atento a una pata levantada, que denota lo último. Un gato agachado puede ser una preparación para un ataque. Esté atento al retroceso revelador o al movimiento de la cola que anuncia un salto. Un gato también aplana sus orejas cuando está irritado o enojado.

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Ver el vídeo: Comportamientos de los gatos con la etóloga felina Maria Soledad Solórzano en Las Tres Gracias (Junio 2024).

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