Para algunos cachorros, el cuenco de agua parece un juguete fantástico, ideal para volcarse y dar vueltas. Por lindo que sea, su cocina probablemente no se beneficie de un suministro constante de charcos, sin mencionar que tendrá que seguir llenando el plato.
Paso 1
Para empezar, coloque algunos periódicos viejos debajo del recipiente. Se trata del primer problema: los charcos.
Paso 2
Proporcione una selección de otros juguetes para que juegue, preferiblemente que no sean del mismo material que el plato de agua. Dedique todo el tiempo que pueda a jugar con él y estos juguetes más apropiados todos los días.
Paso 3
Observe de cerca a su cachorro cada vez que vaya a tomar algo, si es posible.
Paso 4
Aplaude o haga otro ruido fuerte para distraerlo en el momento en que pone una pata en el tazón o hace un movimiento para levantarlo.
Paso 5
Llámelo una vez que haya terminado de beber. No jugará con el cuenco si no está cerca.
Paso 6
Reemplaza el recipiente por uno de cerámica pesada, que es mucho más difícil de volcar y casi imposible de levantar.
Paso 7
Instale un plato para perros, hecho en casa o de una tienda de mascotas. Esto mantiene el plato a la altura de la cabeza, lo que dificulta el juego.
Paso 8
Lave su tazón de agua todos los días con líquido para lavar platos y enjuague bien. Un recipiente sucio es un peligro para la salud. También puede intentar volcarlo solo para conseguir agua fresca.