Si los perros se salieran con la suya, siempre estarían corriendo por el bosque, nadando en estanques fangosos y rodando en algo realmente apestoso. Después de toda esta diversión, es hora del baño otra vez. Después del champú, calme la piel de su perro y haga que su pelaje brille con un enjuague acondicionador de avena, romero y menta.
Paso 1
Muela la avena en la licuadora, procesador de alimentos o molinillo de cocina hasta obtener una consistencia similar a la de la harina. Raspe los lados del molinillo con frecuencia para asegurarse de que todos los copos de avena estén finamente molidos.
Paso 2
Mezcle 1 taza de avena molida con 2 tazas de agua en la cacerola. Agregue el romero y cocine a fuego medio durante dos o tres minutos. Deje reposar durante 10 minutos. Agregue el gel de aloe vera, el aceite de jojoba y el aceite esencial de menta. Enfríe la mezcla a temperatura corporal o tibia. Aplique una pequeña cantidad en la piel de su perro para detectar una reacción alérgica.
Paso 3
Vierta la mezcla de avena en la botella con atomizador usando el embudo. Rocíe el cuerpo de su perro hasta que esté completamente empapado, asegurándose de que no le entre en los ojos. Masajee suave y profundamente en el pelaje y la piel.
Paso 4
Deja actuar la mezcla durante 10 minutos. Enjuague bien y seque con una toalla. Deje que su perro se seque completamente en un lugar cálido, lejos de corrientes de aire, o séquelo con un secador de pelo de mano a temperatura baja.
