El objetivo de vacunar a tu gatito es evitar que contraiga enfermedades graves. Vomitar después de recibir inyecciones no es algo inaudito, pero no es normal.
Reacción alérgica
Vomitar dentro de las 48 horas posteriores a la recepción de cualquier vacuna significa que su gatito podría tener una reacción alérgica a la vacuna. Si bien podría ser que simplemente tenga malestar estomacal, comió algo que no debería comer o esté demasiado estresado, los vómitos en los días posteriores a la vacunación es un asunto que debe tomar en serio.
Peligro
Vomitar representa un doble peligro para tu pequeño gatito. No solo es un signo de una reacción alérgica a una vacuna, sino que puede deshidratar rápidamente a tu gatito. De cualquier manera, los resultados son serios. Una reacción alérgica significa que la garganta y la nariz podrían hincharse y cerrarse. La deshidratación afecta el corazón y los órganos y puede progresar rápidamente en los gatitos. Cualquiera de las dos condiciones puede ser fatal. Comuníquese con su veterinario o con un hospital de animales de emergencia de inmediato si su gatito vomita dentro de uno o dos días después de las vacunas.
Tratamiento
Su veterinario probablemente comenzará a tratar una reacción alérgica de inmediato en lugar de esperar a ver si ocurre o no una reacción en toda regla. La difenhidramina, un antihistamínico que se vende bajo la marca Benadryl, es uno de los medicamentos que se administran con más frecuencia para evitar que las vías respiratorias se hinchen y se contraigan. También se administran líquidos por vía intravenosa o subcutánea para combatir la deshidratación.
Futuras vacunas
Si su gatito alguna vez ha vomitado después de las vacunas, es importante que hable con su veterinario antes de que reciba más. Su veterinario puede decidir retrasar u omitir algunas vacunas. O puede administrar otros medicamentos de antemano que previenen algunas reacciones negativas a ciertas vacunas.