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La tristeza de tu bulldog británico puede deberse a que lo alimentas con el tipo incorrecto de comida. La elección de un alimento para perros específicamente formulado para satisfacer las características anatómicas distintivas de esta raza y las necesidades dietéticas específicas puede realmente marcar la diferencia en la calidad de vida de su raza favorita.
Problemas digestivos
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Los bulldogs británicos están equipados con un sistema digestivo activo que los hace propensos a problemas digestivos y flatulencias significativas. Si su bulldog gaseoso lo hace jadear por aire, es posible que desee asegurarse de que su dieta tenga un buen equilibrio de fibra, almidones y minerales insolubles. Invertir en una dieta altamente digestible que contenga proteínas de alta calidad que apoye la salud digestiva realmente es muy útil. Con una mejor dieta, su bulldog debería ser bendecido con un volumen reducido de heces y un olor fecal reducido.
Piel sensible
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Seguramente es consciente de que el cuerpo de su bulldog británico está cubierto de grandes arrugas y que tiene pliegues colgantes y sueltos justo debajo de la mandíbula inferior. Por mucho que te guste masajear la piel de tu bulldog y lo consideres una ventaja, estas arrugas son, en última instancia, un punto débil. El roce constante de la piel mientras su bulldog se mueve y la humedad atrapada dentro de los pliegues lo predispone a la dermatitis, una irritante inflamación de la piel. Los antioxidantes saludables, los aminoácidos y los ácidos grasos esenciales son excelentes adiciones a la dieta de su bulldog para ayudar a promover una piel saludable y hacerla menos hospitalaria para las bacterias.
Cara braquicefálica
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La cara hundida, la cabeza corta y la mandíbula prognática del bulldog británico añaden algunos desafíos cuando se trata de la hora de comer y hacen que su compañero sea susceptible a trastornos bucales y dentales. La forma correcta de las croquetas realmente puede marcar la diferencia al hacer que el proceso de comer sea más fácil y menos complicado. Busque croquetas que sean fáciles de agarrar y que fomenten la masticación para evitar la acumulación de placa molesta y sarro en la boca de su bulldog. Con una boca en mejor forma, el encantador acento británico de su bulldog debería hacerse oír alto y claro.
Niveles de actividad bajos
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Los bulldogs británicos están bendecidos con una disposición flemática, pacífica y digna. Por lo general, les encanta presionar el botón de repetición y roncar durante horas. Debido a que su perro mimado puede ser bastante sedentario y predispuesto al aumento de peso, desea controlar su ingesta de alimentos e invertir en una buena dieta que lo satisfaga con suficientes calorías, pero al mismo tiempo limite su ingesta de grasas. La obesidad, junto con las vías respiratorias restringidas del bulldog, puede hacer que esta raza sea más susceptible a la dificultad respiratoria, explica el veterinario Brent Mayabb.
Problemas ortopédicos
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Como si babear, roncar y expulsar gases no fueran suficientes, los bulldogs británicos también son propensos a problemas ortopédicos. Las estadísticas obtenidas de la Orthopaedic Foundation for Animals indican que los bulldogs ocupan el primer lugar en casos de displasia de cadera. Una dieta saludable para el bulldog británico debe complementarse con glucosamina y condroitina para tener articulaciones saludables y ácidos grasos omega-3 para protegerlo de la inflamación. Siempre consulte con su veterinario sobre la salud y la nutrición ideal para su maravillosa raza.