Comportamiento del perro y agresión social

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Su perro es instintivo y actúa regularmente por impulso. No es necesario que su perro sea tan protector con su juguete chillón como lo fueron sus ancestros salvajes con su presa. Comprender la motivación detrás del mal genio de Lucky es la clave para solucionar el problema.

Territorialismo

En la naturaleza, los intrusos en el territorio de un perro son vistos como una amenaza para la supervivencia y no reciben una cálida bienvenida. En el contexto doméstico, Lucky ve al cartero de la misma manera. Este comportamiento no es apropiado, porque las visitas al hogar no representan una amenaza y son mucho más frecuentes. Pero eso no quita el impulso de Lucky de proteger su territorio. Lucky puede ladrar, cargar o incluso intentar morder a una persona o un perro que considere un intruso. Puedes ayudar a Lucky a mejorar sus modales usando una combinación de desensibilización y contraacondicionamiento. Juntas, estas técnicas le enseñan gradualmente a aceptar la presencia de extraños y a formar asociaciones positivas con ellos.

Rango social

Los perros son animales de carga y cada manada tiene una jerarquía. Hay un perro superior en cada manada y no hay dos perros iguales. En la manada, los perros aprenden modales y respeto. La estructura de la manada elimina la necesidad de que los perros se peleen por el acceso a la comida, el acceso a los compañeros y las mejores posiciones para dormir, todos en la manada deben saber que deben esperar su turno. Sin embargo, para mantener esta estructura, es necesaria la agresión ritualizada. Los perros dominantes gruñirán a los subordinados si se salen de la línea, por ejemplo, al tratar de comer antes de que sea su turno. En el ámbito doméstico, Lucky y sus amigos establecerán un orden de paquete utilizando la misma técnica. Por lo general, los problemas solo surgen cuando los dueños bien intencionados interfieren con el orden de la manada, por ejemplo, al tratar de darles una ventaja social a los perros humildes mostrándoles preferencia sobre sus superiores. Es mejor controlar el comportamiento del perro y solo intervenir si parece que la agresión podría resultar en una lesión, sin importar cuán tentador sea ayudar al perro de abajo.

Protección de recursos

Al igual que con el territorio, los recursos en la naturaleza, como la comida, se guardan celosamente. En un entorno doméstico, Lucky puede ponerse de mal humor si cree que alguien quiere robarle la cena. Pero Lucky tiene más cosas sobre las que protegerse en comparación con sus ancestros salvajes, por lo que también se enfadará si cree que sus juguetes, su cama o incluso los miembros de su familia están amenazados. Puede gruñir o mostrar los dientes a alguien que intente quitarle el plato de comida o guardar los juguetes. Para combatir este problema, los dueños de perros inteligentes acondicionan a sus perros para que aprendan a compartir. Puede lograr esto moviendo y manipulando artículos como tazones de comida y juguetes cuando Lucky es joven y recompensándolo por permanecer pasivo.

Temor

El miedo es un instinto de supervivencia que tienen todos los perros, aunque algunos son más propensos a sentirlo que otros. Cuando Lucky se asusta, lo demuestra a través de su comportamiento y lenguaje corporal. Agacharse, evitar el contacto visual, encorvarse y lamer los labios son signos de que un perro está asustado. Si un humano u otro perro ignora estos signos, el perro temeroso puede sentir que su única opción es ser agresivo. Comprender el lenguaje corporal canino es clave para prevenir la agresión por miedo. Al saber cuándo Lucky tiene miedo, puede sacarlo de la situación antes de que se ponga fea.

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Ver el vídeo: Trastorno de Comportamiento en Perros- TvAgro por Juan Gonzalo Angel Restrepo (Julio 2024).

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