El melanoma de iris es un cáncer que puede afectar los ojos de tu gatito. Las razones por las que esto sucede no se comprenden completamente, pero varios factores conocidos ponen a algunos gatitos en mayor riesgo que a otros de desarrollar esta enfermedad.
Tipos de melanoma de iris
El melanoma de iris es un cáncer de las células del ojo que contienen melanina. La melanina es el pigmento marrón en los ojos, el cabello y la piel de tu gatito. El melanocitoma es la forma menos agresiva. Se considera benigno porque no se propaga, hace metástasis, a otros tejidos. Un ojo afectado por melanocitoma puede seguir funcionando durante años sin una pérdida significativa de la visión. El melanosarcoma es la forma maligna, lo que significa que puede extenderse a la córnea y los tejidos circundantes. El melanosarcoma también causa la ruptura física del iris con la consiguiente pérdida de visión. Ambas formas pueden causar glaucoma, una presión dolorosa por la acumulación de líquido dentro del globo ocular, pero el melanosarcoma lo hace mucho más rápido.
Pigmentación
La pigmentación intensa es un factor predisponente para el melanoma de iris en los gatos. Los melanocitos se concentran en la parte posterior del iris, detrás de las células que dan a los ojos de tu gatito su color normal. Los gatos de color oscuro tienen una mayor cantidad de melanocitos en todas partes, incluido el iris. Estos gatitos están predispuestos al melanoma de iris simplemente porque hay más células productoras de melanina, por lo que el riesgo de tener una mutación es mayor.
Predisposición genética
Algunos gatos están genéticamente predispuestos a desarrollar cáncer, incluido el melanoma del iris. Las predisposiciones genéticas incluyen melanocitos que mutan a un ritmo más alto que el promedio, sistemas inmunológicos menos eficientes para eliminar células mutadas o dañadas y desequilibrios hormonales que aumentan el riesgo de cáncer.
Daño de melanocitos
Los melanocitos dañados pueden volverse cancerosos. Sabemos que la radiación ultravioleta del sol puede dañar los melanocitos y causar cáncer de piel en seres humanos y otros animales. Aún no se ha demostrado si esto también se aplica a los melanocitos en el ojo, pero la mayoría de los veterinarios oftálmicos creen que existe una relación. La exposición a cualquier toxina ambiental que dañe los melanocitos del iris también puede poner a su mascota en riesgo de desarrollar melanoma con el tiempo.
