Si tiene un problema de roedores en su hogar, el uso de rodenticidas puede ser una situación bastante complicada. Es decir, envenenamiento secundario, un concepto muy aterrador.
Raticidas
Los productos químicos de cebo para roedores son un peligro extremo para los gatos. Después de todo, muchos gatos no son ajenos a comer ratones y ratas. Si está tratando de manejar un problema de ratas en su hogar, es vital colocar cualquier cebo en un área en la que su gato no pueda entrar o alcanzar, por su seguridad y bienestar. Los gatos son criaturas muy flexibles y pueden saltar alto y meterse en lugares realmente estrechos, así que sea muy creativo y cuidadoso con la colocación de los raticidas, en caso de que decida emplearlos.
Envenenamiento
Según la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos, el envenenamiento secundario es un peligro muy real para los felinos. Si tu gato se come una rata muerta debido al raticida, corre el riesgo de morir ella misma, un escenario de absoluta pesadilla para ti como dueño de una mascota.
Anticoagulantes
Una gran parte de los raticidas consisten en anticoagulantes, que son medicamentos que inhiben la coagulación de la sangre. Bromadiolona, fumarina y warfarina son solo algunos ejemplos de anticoagulantes comunes. Si un gatito ingiere un anticoagulante al comer una rata envenenada, podría desencadenar un sangrado espontáneo. Si se ignora este sangrado, podría traer resultados mortales.
Síntomas
Si crees, aunque sea por un milisegundo, que tu bola de pelusa podría haber comido o simplemente masticado una rata envenenada, busca atención veterinaria de emergencia para ella de inmediato. La situación podría ser una cuestión de vida o muerte para tu gato, así que tómatelo en serio. Cuanto mejor conozca los signos clave de una intoxicación secundaria, mejor podrá saber qué está pasando. Esté atento a la debilidad corporal, palidez de las encías, orina con sangre, convulsiones, moretones inusuales, abdomen hinchado y dificultad para respirar. Cualquier sangrado también es motivo de preocupación, ya sea en los oídos, los ojos, la nariz o la boca.
