Los pájaros no siempre quieren volar libres y un periquito puede ser reacio a dejar la seguridad de su jaula. A menos que tenga un aviario enorme, una jaula es demasiado pequeña para ser una residencia permanente a tiempo completo.
Paso 1
Acostumbra al periquito a tu presencia pasando tiempo cerca de la jaula hablando con él. No abras la puerta ni pongas la mano todavía, solo habla en voz baja. Pida a otros miembros de la casa que eviten hacer ruidos fuertes repentinos cerca de la jaula y mantenga alejadas a otras mascotas.
Paso 2
Cierre todas las ventanas y puertas que conducen a la habitación en la que tiene la jaula. Cerrar las salidas externas es una seguridad básica para un pájaro mascota y en esta etapa también debes asegurarte de que no vaya a explorar el resto de tu casa, asustándose hasta perder el sentido en el proceso.
Paso 3
Corre las cortinas o tira de las contraventanas. Una ventana de vidrio transparente es un peligro para un pájaro. Luego, coloque una pantalla o aplique transferencias a la ventana para que sea claramente visible para el periquito. Haga lo mismo con cualquier otra habitación a la que tenga acceso su mascota.
Paso 4
Abra la puerta de la jaula cuando esté hablando con su mascota. Podría tener la curiosidad suficiente para ver a dónde lleva.
Paso 5
Empiece a meter la mano y el brazo en la jaula, quizás ofreciéndole un premio. No agarres al pájaro y retírate si comienza a alejarse. Repita todos los días hasta que se sienta lo suficientemente cómodo para sentarse en su mano o brazo.
Paso 6
Espere hasta que se posa en su mano y saque la mano y el brazo de la jaula. Poner un dedo debajo de su pecho podría animarlo a saltar. Quédese cerca de la jaula y déjelo explorar como quiera. Regresará a la jaula en su propio tiempo. Alternativamente, haz que se siente en tu mano nuevamente y ponlo de regreso.