Los Yorkies son pequeños perritos enérgicos con personalidades cariñosas que los convierten en grandes compañeros. La hora del baño no solo mantiene sus deliciosos mechones limpios y brillantes, sino que también te permite vincularte con tu bebé Yorkie.
Paso 1
Abra el agua en el fregadero y déjela correr hasta que esté tibia. Ponga un tapón en el desagüe y llene el fregadero con 4 pulgadas de agua. No haga que el agua sea demasiado profunda, ya que un cachorro Yorkie generalmente mide solo de 6 a 8 pulgadas de alto.
Paso 2
Pon a tu cachorro en el agua. Dale unos minutos para que se acostumbre. Siempre manténgala vigilada y asegúrese de que no intente saltar.
Paso 3
Saque una taza llena de agua del fregadero y viértala sobre su Yorkie. Comience en la parte posterior de la cabeza y continúe por la columna vertebral de su cachorro hasta que todo su cuerpo esté húmedo. Moja el pelo largo sobre los ojos de tu Yorkie ahuecando tu mano y salpicándote agua lentamente. Evite que le entre agua en los ojos u oídos. Los Yorkies son susceptibles a las infecciones del oído si les entra agua.
Paso 4
Aplique un champú apto para cachorros, como Yorkie Splash, que no contenga productos químicos agresivos en la espalda del cachorro y aplique una espuma suave sobre su cuerpo. No frote. Los cachorros de Yorkie tienen el pelo fino y el restregarlo puede hacer que se enrede.
Paso 5
Quita el tapón del fregadero y deja que se escurra el agua sucia. Enjuague su Yorkie con agua tibia fresca.
Paso 6
Aplique una pequeña cantidad de acondicionador para cachorros al pelaje de su cachorro. Después de unos dos minutos, enjuague su abrigo completamente.
Paso 7
Seque a su cachorro con una toalla durante los primeros baños hasta que se acostumbre al proceso, luego introduzca el secador a fuego lento ya que su cachorro Yorkie tiene el pelo fino y fino.